A 50 años del golpe de Estado en Chile, la ciudad de Santiago es la invitada a conmemorar en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Desde el 27 de abril hasta el 15 de mayo del 2023, escritores y escritoras chilenos/as reflexionaron y expusieron sobre el viejo Santiago, sus periferias, la dictadura y las memorias, la infancia y el golpe de estado, las diásporas y los migrantes, el estallido social, la cultura champurria, las diversidades y los derechos humanos, entre otros temas. Como parte de los invitados se cuentan tres académicos de la Universidad Alberto Hurtado: la psicóloga Elisabeth Lira, ex – decana de la Facultad de Psicología; la antropóloga Francisca Márquez, académica del Departamento de Antropología y Juan Cristóbal Peña, académico del Departamento de Periodismo, ambos de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Alberto Hurtado.
Una Feria del Libro que, a la mirada de un visitante chileno, se muestra diversa, bullente de lectores interesados en observar, buscar el libro que se desea encontrar y escuchar los paneles de debate. Aunque para los bonaerenses y organizadores esta Feria no ha tenido la masividad de visitantes de otros años -“nadie está de ánimo con la crisis que nos afecta”, señala una organizadora, lo cierto es que el murmullo y el paisaje sonoro que cubre el lugar es grande. Al punto que no siempre es fácil escuchar a quienes exponen y presentan sus libros. Los grandes salones abiertos se suceden unos tras otros, el galpón azul, rojo, amarillo, verde… Entre el amarillo y el verde, se ubican los dos stand de Chile: un pequeño local enchapado en madera y donde una estrella cometa anuncia que allí se exhiben y venden los libros de quienes expondrán como invitados; y un gran stand de metal, que al decir de un escritor chileno le recuerda la estructura de nuestras mediaguas. Grandes letras blancas e iluminadas anuncian SANTIAGO DE CHILE; sobre el techo se suceden imágenes de la ciudad, y un pódium escasamente iluminado acoge a quienes exponen, mientras el público escucha y jóvenes dormitan o miran sus celulares tendidos en los cojines que rodean a los expositores. El paisaje sonoro no deja de cubrirlo todo. Aun así, los invitados chilenos presentan, al final de la tarde, reflexiones entre las que se entremezclan siempre la memoria sobre el Golpe de Estado, la dictadura y la ciudad de Santiago.
Juan Cristóbal Peña participó como moderador del panel A cincuenta años del golpe militar en Chile, junto a los autores Carlos Cociña, Alejandra Costamagna y Carlos Soto Román. En el panel se plantea que, pese a la distancia temporal y las heridas dejadas por el 11 de septiembre de 1973, las secuelas de este hecho histórico aún se dejan sentir al interior de la sociedad chilena. Asimismo, Peña participó como panelista junto a Evelyn Erlik y Cristián Alarcón en el panel Contar el estallido, que analiza los hechos de la revuelta chilena y sus huellas al interior de la sociedad. Las preguntas que buscaron responder son: ¿Cómo se cuenta la historia de un país que vive un proceso complejo en términos sociales post estallido y rechazo a la nueva constitución? ¿Cómo se puede contar la historia del país que está en un proceso político aún tensionado por sus acontecimientos? Finalmente, el periodista dirigió el Taller de Periodismo Narrativo, Escritura de No Ficción. El narrador en primera persona singular, en el que reflexionó acerca de la pertinencia del protagonismo del narrador en los relatos.
Por su parte, la antropóloga Francisca Márquez participó en dos paneles de conversación. El primero de ellos abordó la relación entre Literatura y diáspora, en la que compartió con los autores Gonzalo León, Carola Martínez y Sonia Budassi. Partiendo de la evidencia que el mundo se ha estrechado y las migraciones no cesarán, el panel se pregunta: ¿Cómo viaja una lengua? ¿Cómo se manifiesta la migración en la literatura? En esta ocasión Márquez expuso el libro “Relatos de una ciudad trizada. Santiago de Chile” y su investigación sobre objetos migrantes. Asimismo, la académica participó junto a Francisca Yáñez, Lola Larra y Carola Martínez, en el panel Infancias en dictadura. En este debate se abordaron, desde la propia experiencia y literatura, preguntas tales como ¿Que sucede cuando un niño o niña es abruptamente desterrado de su tierra? ¿Cómo se narra una infancia y adolescencia en dictadura o exilio? La académica Márquez presentó al público el libro “El Diario de Francisca. Septiembre 1973”, acompañada de una banda sonora donde se entremezclan las canciones escuchadas por la niña, el bombardeo al Palacio de la Moneda y la voz del presidente Salvador Allende. Se busca así, dar cuenta de las paradojas de esta experiencia infantil durante el tiempo de la dictadura y las huellas que ello deja en la memoria de Chile.
Finalmente, la psicóloga Elizabeth Lira participó en el panel Fragmentos de una memoria junto a los escritores Francisco Ortega, Carlos Reyes y Raquel Robles sobre cómo se puede narrar el horror y la memoria. En el panel se plantea que la palabra escrita es uno de los pocos testimonios de vida que sobrevive a la atrocidad de las torturas y las desapariciones durante la dictadura; cartas, cuentos, crónicas y poemas se alzan como puentes contra el olvido. La lectura funciona como un soporte de la memoria y nos acerca a la verdad y la justicia. La académica de la Facultad de Psicología participó también en el panel Desiguales junto a Alejandro Aravena, Kathya Araujo y Fernando Bercovich. En este panel la psicóloga se refirió a cómo las desigualdades han caracterizado la historia del Chile contemporáneo; siendo las ciudades y sus lugares de memoria una expresión y reflejo de estas desigualdades que se incuban al interior de nuestra sociedad.
Finalmente, habría que decir que en estos días de lecturas, conferencias, charlas y encuentros de escritores/as y público se constituyeron espacios de encuentro y conversación que conmemoran hechos históricos traumáticos para los pueblos de Argentina y Chile. Mientras en Argentina se celebran los 40 años del término de la dictadura, en Chile se conmemoran los 50 años de su inicio. Dos hitos diferentes, pero entre los que se teje una compleja y dolorosa trama que une a ambas culturas.